Mi enfermedad [Reituki]

Pov Ruki



Como si hubiese sido un flechazo de Cupido, cuando lo vi por primera vez me hipnotizo con su apariencia… un chico de aspecto ruder y que se lleva al mundo por delante. Pero cuando hable con el, me di cuenta que interiormente, es tan solo un niño atrapado en el cuerpo de adulto tallado por los angeles.



Si… mi rubio mal teñido, mi iguana fea. ¿Y que decir de mi? Yo soy su enano cabrón. ¿Hace cuanto tiempo que nos conocemos? Quizás, unos ocho o nueve años. Pero en realidad, somos pareja desde hace cuatro. Y vivimos juntos desde hace… mas o menos, un año y medio.



Tanto hemos vivido y compartido juntos desde que somos pareja. Antes de que yo me fuese a vivir con el, nos casamos. Obviamente, fue simplemente un acto simbolico, pero con la misma solidez como si hubiese sido con todas las de la ley.



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=Flash back=

- Yo, Takanori Matsumoto, me comprometo a amarte en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad… hasta que la muerte nos separe.

=Fin del flash back=



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Un compromiso, una promesa, un juramento… se deben cumplir, aunque esto te lleve a tu propia destrucción y ruina.



.-.-.-



Hace unos dias que Reita no ha estado llendo a practicar con la banda. En las mañanas, cuando despierto junto a su cuerpo, me dice que se encuentra muy, pero muy cansado. Que tiene ganas de ir a ensayar, pero que su cuerpo no quiere hacerle caso a su mente.



Para que Reita reconozca una flaqueza suya, debio ser grave.



- Disculpame, pero hoy tampoco creo que podre ir a ensayar.



- Entonces me quedare aquí contigo! -empecé a darle besos tiernos por todo su rostro. El sonrio de felicidad, pero me di cuenta de que tambien curvo los labios para disimular su dolor.



- Basta enano! -me dijo cuando estaba haciendole cosquillas.- Enserio, ve a ensayar. Y ponele mas ganas, remplaza las mias tambien, jeje.



No estaba muy convencido, pero no queria que Reita se enfadara, asi que le obedeci y fui a trabajar.



.-.-.-.-



Pov Reita



En realidad, ese dia me sentia lo suficientemente bien como para tomar mi bajo e ir a practicar con los chicos. Pero tenia un compromiso antes concretado. Hace como dos semanas, cuando teniamos el dia libre, fui a una clinica privada para hacerme un chequeo general. Aquel dia tenia que pasar por la clinica para retirar los resultados y saber… lo que jamás hubiese deseado conocer.



Entre y me dirigi a la mesa de entrada.



- Buenos dias. Vine a retirar los resultados de unos analisis que me hicieron. Yo soy Akira…



- Si, ya se quien es. -Dijo sin levantar la vista del monitor de la computadora.- Tome -me dio un sobre de papel de madera grande.- Estos son los resultados. Ahora, por favor espere a ser llamado por el altavoz. Después su medico vera los analisis.



- Gracias.



Fui hacia una silla que estaba desocupada en la sala de espera. Evidentemente, fui sin mi bandita tipica en la nariz y trate de peinarme distinto a la costumbre. Paso como una hora y todavía no me llamaban… ya me estaba por ir cuando por fin me llamaron.



- Pase al consultorio numero 3, por favor.



Camine hasta alli dando pasos pesados. Tanto suspenso me traia mal. Golpee la puerta y pase.



- Hola Doc -me sente frente a su escritorio- tome, estos son los resultados. Por favor, léalo rapido.



El medico abrio el sobre y saco los papeles. Los leyo detenidamente, arqueando las cejas de vez en cuando. Se tomo su tiempo. Inhalo y suspiro varias veces.



- Quizás sea mejor que me quede con los resultados para analizarlos mas tranquilamente. ¿Por qué no vas a descansar? Seguro fue largo tu dia hasta ahora.

Me levante de la silla abruptamente y golpee el escritorio con mis puños con fuerza.



- Déjese de rodeos Doc, dígame la verdad y dígamela ya! ¿¡Que carajo me pasa!?



- Sr. Akira, Ud. Tiene..

Pov Ruki



- Sida… -susurre sumamente despacio con el resultado en mis manos.



Habia llegado hace diez minutos del ensayo. Deje mi mochila en el sillon de la sala y fui hasta la habitacion, donde creia que se hallaria Akira descansando.



Pero no, en la cama encontre esos malditos papeles. Los deje caer al piso al escuchar el agua de la ducha del baño. Entre rapidamente y alli estaba… tirado en el fondo de bañadera, con los ojos hinchados y abrazado a su propio cuerpo.



- Ruki.. -dijo en cuanto me vio.



Sin quitarme la ropa ni nada, entre en la bañadera junto con el y lo abrace fuertemente como nunca lo habia echo antes.



Si bien tenia el rostro mojado por el agua de la regadera, pase mis manos por sus mejillas secando las lagrimas enjuagas por el agua dulce.



- No llores mi vida, no llores. -lo abrazaba tan fuerte como me era posible, como si de esa manera un poco de mi espiritu luchador se infundiera en el.



- Me lo merezco Taka-chan… por toda la puta vida que he llevado.



- ¿Acaso todos los años que llevamos juntos los consideras basura?



- No… pero antes de conocerte, era una mierda que desperdiciaba a cada minuto mi vida. Y ahora… me voy a morir.



- Shhh -pose un dedo sobre sus labios.- No te vas a morir.



- ¿Y porque no? ¿eh? -estaba empezando a enojarse- Si hasta te cague tu vida! -rompio en un llanto estruendoso.



- ¿Qué? -no entendia nada.



- El medico me pregunto si cuando yo tengo sexo uso protección… Taka, que yo recuerde nunca usamos condon.



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No solo era una mala noticia, sino dos. ¿Qué voy a hacer ahora?



- Pero no te preocupes, me dijo que posiblemente estes en la etapa de portador. Asi que no eres un condenado a muerte pronta…



Me levante de la bañadera y me plante en medio del baño.



- ¡¡Callate!! ¡¡No digas esas cosas!! -me tape los oidos como un crio.- No te vas.. No nos vamos a morir.



- Yo no quiero agonizar durante el tiempo que me queda y que todos se conduelan de mi estupidez… Ruki… ¿recuerdas cuando nos casamos?



- Si.



- Prometiste que harias todo lo que este a tu alcance por mi… incluso en situaciones como estas.



Me arrodille frente a el y con toda la desesperación del mundo le pregunte que deseaba que hiciera por el… o por nosotros.



- ¿Te matarias conmigo?



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Pov Reita



De regreso a casa, contuve todas las lagrimas que querian salir. En cuanto llegue a casa, solte todas las lagrimas contenidas. Llore hasta el cansancio, pero aun asi no podia parar. Fui hasta la habitación de ambos y me sente en la cama.



Deje el sobre con los resultados alli. No estaba decidido, no sabia que hacer… si decirselo al amor de mi vida o si tan solo disimular esta que llegara mi hora. Pero en ese instante recorde lo que me habia dicho el medico.



=Flash back=

- ¿Tendre muchos dolores?

- Lamentablemente, si. Pero te recetare medicacion para que no sufras mucho.



Me quede paralizado. Jamás habia tenido algo tan grave y mucho menos letal. Senti como todo mi mundo se me vino abajo.



- ¿Cuánto tiempo me queda Doctor?

- Eso no se puede saber con precisión.

- Pero algo… un aproximado. ¿Una semana?, ¿Un mes, dos?

- Quizás llegues a vivir seis meses mas.

- Oh… -baje mi vista al suelo y me retire del consultorio, dejandole la palabra en la boca al medico.

=Fin del flash back=



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Revise mi celular y vi todos los videos y fotos que me habia tomado con Ruki. Y la catervaza de mensajes de textos con poemas romanticos que el siempre me enviaba. En mi mente, todo pasaba como una pelicula de mi vida.

Hasta que de alguna manera, hice ‘pausa’ en los votos matrimoniales que ambos nos hicimos. El habia prometido amarme… hasta el fin y en cualquier tipo de calamidades.



El que yo tenga sida… puedo llegar a aceptarlo. Pero el que yo le haya transmitido el virus a el… eso no me lo puedo perdonar.



En el armario de la habitación, teniamos un arma. Pense que con un solo disparo se solucionarian mis problemas. Pero lo reconsidere, y me di cuenta que no. Porque Ruki sufriria muchisimo mi suicidio.



- Pero si los dos lo hicieramos… no habria problemas.



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Pov Ruki



- ¿¡Que?!



- Lo que escuchastes. Ya tengo todo planeado. Si seguimos mi plan, no sufriremos dolor.



- ¿Qué piensas hacer?



- ¿Alguna vez escuchaste hablar de la Muerte rosa?



- Si, pero…



- Esta bien. Pense en la posibilidad de que la Muerte rosa te pareciera demasiado.. Gay -echo una carcajada sadica y llena de dolor- asi que -se levanto de la bañadera y fue hasta la habitacion a vestirse- haremos el plan B.



Por Dios… sabia que Reita era un poco loco, pero no tanto. Se que el sufrimiento puede llegar a hacer a las personas tonterias. Pero no puedo volverme atrás. Ya di mi “si”. Y si eso implica morir, lo hare. Morire de amor.



Yo me saque la ropa mojada y me cambie por una muda seca. Reita ya estaba preparado con su mejor conjunto y su bandita en la nariz. Yo me apure a vestirme.



Cuando termine, fui a la sala, donde el estaba sentado en el sillon esperandome.



- ¿Estas listo?



- S..si.

- Entonces vamonos.



Salimos del departamento y subimos a su auto. Manejo durante varias horas, durante las cuales yo no le despegue un ojo de encima. El solo manejaba mirando hacia el frente, tratando de no demostrar su dolor. Pero aun asi… pude ver como una sola lagrima se escapo de sus ojos.



Estaciono el automóvil en un callejon y nos bajamos.



- Akira… ¿Ahora, que vamos a hacer?



El paso su brazo por encima de mis hombros y giro hacia la salida del callejon.



- Vamos a caminar.



Y asi fue. Caminamos durante largo rato sumergidos en un silencio absoluto. Ninguno queria decir algo. Yo sabia, si, sabia que el realmente no queria morir, sino vivir feliz como ha sido hasta ahora conmigo. Pero ya era demasiado tarde para reconsideraciones…



El ruido del tren electrico llegaba a mis oidos, junto con ello escalofrios y temblores.



- ¿Tienes frio? -me pregunto mi iguana fea, y ahora, suicida.



- Si.



- Ven.



Me jalo del brazo y viendo que no venia ningun tren, nos echamos sobre las vias. El me abrazo fuertemente mientras los dos veiamos el estrellado cielo nocturno.



- ¿Ves aquella? -levanto su brazo y me señalo una estrella con su dedo indice.



- Si, es muy brillante.



- Desde niño siempre quise, que, cuando muriera, me fuera hacia aquella estrella. Siempre la llame “la estrella de Akira”. Pero ahora, tú tambien iras conmigo hacia alli. Ahí no sufriremos Taka-chan, no sentiremos dolor…



- ¿Sabes que te amo, no?



- Si, sino no harias nada de esto conmigo.



- A mi no me importaria sufrir y retorcerme de dolor por una maldita enfermedad.



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Pov Reita



- “Estoy vencido porque el cuerpo de los dos es mi debilidad… Soy el remedio sin receta y tu amor: MI ENFERMEDAD” -me canto Ruki al oido con esa maravillosa voz que tiene. Luego solto una risita- Creo que la cante al revés, lo siento.



- No importa mi amor si la cantaste al revés. Igualmente, es preciosa.



- Si… y es un pedacito de nuestra historia. -curvo los labios y me regalo una hermosa sonrisa.



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Desde lejano, oia que el tren se acercaba. Entonces abrace mas fuerte a Ruki y comence a besarle apasionadamente, creo, que como nunca antes he besado a alguien asi.



- Nunca sueltes mi mano.



Vi de reojo como el tren estaba mas cerca de nosotros. Empezo a destellar luces como avisandonos y a sonar la bocina (n/a: ya se que en el tren no se llama bocina, pero es que no se como se llama, gomen).



Senti como el cuerpo de Takanori comenzaba a temblar bajo el mio. Trataba de calmarlo… hasta que me dijo:



- Y tu nunca sueltes mi corazón.



El tren ya estaba demasiado cerca como para detenerse.

“Se nos va la vida… vamos a soñar"