[One shot] [SH] "Un deseo realizado en humedad" [Aoi/Uruha]

Sabrán perdonar lo cursi...

Un deseo realizado en humedad

Apto: 17+
Personajes: Aoi x Uruha
RR : Esta historia es pura ficción. The Gazette pertenece a PSCompany, con quien no tengo ninguna conexión, y las marcas registradas son propiedad de sus respectivos dueños. Ninguna parte de esta historia puede ser reproducida o reutilizada sin autorización.




Un deseo realizado en humedad.


Agazapado entre las mantas de mi cama, huyendo del frío y de mi propia vergüenza. Pensaba en ti. El suave algodón rozó mis mejillas, y todo mi ser se estremeció al recordar la sensación sobrecogedora del dorso de tu mano en mi rostro…

- “¿Ahora me crees Aoi?” – Me dijiste en un susurro – “¡Tengo las manos tan frías como hielo!”

Me limité a sonreírte, retirándome a toda prisa de ese espacio que compartíamos, pero la sensación de tu piel en mi rostro no me abandonó.

- “¡Deja de mirarme de esa forma, me asustas!” – Me reclamaste antes del encore, y justo ahí lo admití para mí… todo el concierto tuve mis ojos y mi deseo en ti –“Me haces pensar que hago algo mal... ¿estoy haciendo algo mal?” – Terminaste por preguntarme visiblemente preocupado

- ¡Jamás! Tu eres perfecto – Noté mi error, y con premura oculté la indiscreción – Digo, estás tocando perfecto… y no me había dado cuenta que te veía… no sé, perdona

Sonreíste, dejando pasar el momento, palmeaste tres veces mi pecho sin quitar esa bella sonrisa de tu rostro, te fuiste perdiendo detrás del escenario, dejándome allí con las rodillas a punto de colapsar, no había vuelta atrás, te estaba deseando más que nunca.

Mi cama chirrió al moverme, y yo me paralicé al escuchar el crujir de la madera, aunque estuviese solo en esa habitación de hotel, me parecía que todos escuchaban el sonido que producía mi mano en mis genitales, resoplé lentamente, dejando salir el aire que se acumulaba en mis pulmones por la excitación… “Oh! Uruha” se me escapó tu nombre junto a la transpiración de mi piel.

Me concentré en ti, traje a mi sistema todo lo que eres, tu voz y tu aliento danzaban ligeros en mi oído, tu aroma se apoderaba de mi olfato, embriagándome, enloqueciéndome y tu piel la sentí, la sentí en mí, aunque no estuvieras aquí, hasta logré saborear tu humedad. Y todo mi cuerpo explotó, de tal manera que me fue imposible controlar una aguda exclamación.

La oscuridad se impuso en mi visión, reemplazando esa imagen de tu cuerpo que sostenía entre mis parpados cerrados, el silencio desplazó el recuerdo de tu voz, y el maldito frío volvió a apoderarse de mi piel… de esta piel que te pertenece aunque lo ignores.

- ¿Qué pasa, Aoi, estás bien?

Apreté las mantas con fuerza entre mis manos, me sentí descubierto y más avergonzado que nunca, tu voz detrás de la puerta se oía preocupada, no tuve más remedio que contestarte secamente un “Todo está bien, tuve un mal sueño”

- Déjame entrar Aoi, necesito hablarte

- Es más de media noche Uruha, hablemos en la mañana

Golpeaste repetidamente la puerta, gritando a media voz que no dejarías de hacerlo hasta que te dejara pasar. Compuse mi pijama, limpié mis manos y revisé que mi cama no tuviese muestras de lo que acababa de hacer, y con la mirada baja te abrí.

- ¿Me crees tonto? - Comenzaste a hablar, sentándote en el borde de mi cama – Algo te pasa hace tiempo, algo que tiene que ver conmigo

Guardé silencio, nada podría decirte que no fuera una mentira, me restringí a mirarte sin pronunciar sonido alguno, mordiendo mis labios al ver los tuyos, tan provocadores, tan únicos y cómo si lo supieras, y quisieras atormentarme, lamiste lentamente tu labio superior, enfatizando tu mirada en mí.

“¡Lo sabes!” pensé, apretando mis manos en puño, negándome a dar un paso que me acercara a ti

- ¿No vas decirme nada? - Cruzaste las piernas, entrelazando las manos sobre tus rodillas, meciéndote despacio de atrás a adelante – Yo sé lo que te pasa… - Aseguraste con convicción, yo seguía de pie frente a ti, luchando por contener el deseo de abalanzarme sobre tu cuerpo y desnudarte allí, encima de mi cama, y hacerte todo lo que he fantaseado, quisieras o no – Estas enojado conmigo Aoi, es muy obvio, desde hace varios días no me hablas como antes, y a veces te vas del lugar al que yo entro ¿Qué te hice?

Tu inocencia me tranquilizó, pero también le echó leña al fuego, no evité sonreír lleno de ternura, al pensar que ese despiste particular tuyo es una de las cosas que más me atraen de ti.

- No, no estoy enojado, no has hecho, ni dicho nada que pudiera enojarme, es solo que…

Me senté en la cama junto a ti, planeando la excusa que inventaría para justificar mi comportamiento, pero nada vino a mi mente… ¡Es difícil Uruha, en nada puedo pensar cuando te tengo cerca, en nada que no seas tu, tu cabello, tu piel, tus piernas , tu risa... tu ser, todo tu irresistible ser!

- Estoy algo cansado, mi extraño comportamiento no es solo contigo, es con todos… ¿No te ha pasado que te hartas de la gente que te rodea?

- ¡Ah, estás harto de mí!

- ¡No, no es así… es de todos en general! – Mi pecho palpitó velozmente, está bien que no quiera que te enteres que muero por tu piel, pero tampoco quiero que pienses que me incomodas – Dame tiempo Uruha, ya se me pasará.

- Da igual… no te creo - Bajaste la mirada, haciendo con tus labios ese puchero que te caracteriza, logrando una vez más que cada célula de mi cuerpo se alterara – Tu estás tomando distancia… por alguna razón que no me quieres decir, y lo único que yo puedo pensar, es que… como lo dijiste, estás harto de mi – Te levantaste de la cama, yo me quedé con la garganta seca sin saber que decir, me miraste lleno de dulzura e intentaste una sonrisa – No te preocupes, yo soy muy perceptivo, y te ahorraré el esfuerzo, desde ahora me alejaré de ti.

- ¡No es lo que quiero! – Balbuceé con ahogada angustia, levantándome apresurado de la cama, tomándote con fuerza del brazo, moviendo mis labios sin control y sin poder formar palabra alguna

- ¡Entonces! Aoi, deja de portarte tan extraño y dime la verdad


Un sudor frío se apoderó de mi frente, aspiré profundamente y así junto con el aire suficiente para tranquilizarme, llené mi interior de tu aroma… eso no fue tan tranquilizante después de todo

- Hay cosas que pasan Uruha… verás, a veces las personas se confunden, eso es entendible… ¡Y muy normal! – Me apuré en aclarar, abonando el terreno para lo que sería una obligada confesión – En algún momento de la vida… las dudas llegan… e incluso para alguien que lo tiene todo tan claro como yo… es normal eso

- Dices tanto… y no dices nada… -


Reíste con sutileza, mejor, sutilmente te reíste de mí y eso me enfureció un poco, erguí por completo mi cuerpo, casi desafiándote y continué con la cascada de palabras sin sentido

- No tenemos control sobre ciertas cosas… aunque yo sea heterosexual, y quiero afirmarlo, ¡Soy muy heterosexual! Las dudas llegan… no es algo en mí, son solo hormonas… bueno, sí es algo en mí – No paraba de hablar, y a ti no se te borraba la sonrisa, es más, con cada frase atropellada que emitía, te reías más - ¡Es que tu confundes Uruha!

- ¿Me confundo? Qué cosa estoy…

- No, no es que te confundas… tu confundes a la gente, y andas por la vida siendo lo que eres y no te importa lo que los demás sientan

- No entiendo absolutamente nada


¡Pero si lo entendías! Lo sé, porque tu sonrisa en aumento y tu mirada llena de burla me lo hacían saber, resoplé y decidí dejar de divagar

- Lo que quiero decir, y quiero que entiendas que no tienes que decirme nada, es más, agradecería que tan pronto termine de hablar, salgas por esa puerta y nunca más toquemos el tema – Bien, me llené de fuerzas y decidí no verte a los ojos – Me atraes… y no puedo evitarlo – Levanté la mirada y concluí con fingida calma – Listo, lo dije, ahora vete.

No te fuiste…
Tu sonrisa de suficiencia y tu se quedaron de pie frente a mí, no agregué palabra más, no pude aunque quise.
No te fuiste Uruha, te quedaste emitiendo un silencio asesino, observándome con los ojos más inexpresivos que hubiese visto en ti, contaba los segundos en mi mente sin dejar de sostenerte la mirada, pero mi cuenta se detuvo en 86, cuando te inclinaste un poco para posar tu frente sobre la mía… lo que sentí en ese instante, superó todo lo que pudiese haber sentido en toda mi vida, tu aliento alicorado golpeaba mi rostro, llevándome otra vez al punto de la locura

- ¿Qué haría el hombre muy heterosexual, si yo lo besara en este preciso instante… me golpearía o me arrancaría la ropa?

¡Sí serás atrevido! Y me lo dices con ese suave susurro de voz, poniéndome a punto de ebullición, dejándome otra vez sin palabras, obligándome a que sea mi cuerpo el que hable por mí, y sin pensar en nada más que en tu maldita piel, llevo mis manos a tu rostro, sosteniéndolo con fuerza, por sí de no hacerlo te esfumes en un parpadeo, y levantando mi cabeza lo suficiente para llegar a ti, empiezo a aprisionar tus exquisitos labios entre los míos.

No sé en que momento tu lengua se empezó a enredar con la mía, no sé en que instante tus manos me retiraban con prisa la camisa, solo recuerdo muy bien el momento en que separamos nuestros labios llenos de la humedad del otro, y tu, en un arranque de locura, me empujaste con fuerza sobre la cama, montándote encima de mí, sin perder el tiempo, despojándome por completo de la ropa, empezando a gemir quedamente, regalándome por primera vez esos dulces sonidos… gruñidos que tu excitación te obligaban a emitir.

Y yo que creí que tus dedos largos solo eran virtuosos en la guitarra ¡Qué equivocado estaba! Lo noté cuando me mordía los labios para no gritar del placer, que me producían al entrar en mí, tu índice girando de la forma correcta, dejando espacio para que el dedo del medio lo siguiera, y mientras tú jadeabas en creciente agitación, y sonreías lleno de placer, yo intentaba controlar el hormigueo que me hacía temblar las piernas. Tu piel desnuda se unió a la mía, y mordiéndote los labios flexionaste tu rodilla entre mis piernas, yo busqué con mi mano tu entrepierna, pero me lo impediste, pegando tus labios a mi oído susurraste entrecortadamente:

- No… tu hablaste… ahora… me toca a mí… actuar

No respondí nada, entre mis piernas sentí tu erección y supe que no había necesidad de tocarte. Mi respiración se detuvo unos cuantos segundos, los mismos en que tu con el ceño fruncido, y la boca un tanto abierta, llevaste tu pene dentro de mí, primero despacio, observándome sin perder detalle de mis cambiantes expresiones… de la ansiedad, al dolor y luego al placer.

No perdimos el tiempo en palabras, tan solo nos enfocamos en disfrutarnos mutuamente, mis manos aferradas a tu cadera, acariciando tus nalgas sin detenerme, mis labios buscando tu piel a intervalos, respirando con dificultad cuando no tenía el sabor de tu piel en mi boca, y tu… no dejabas de moverte sobre mí, dentro de mí, empujando por momentos tu cadera con fuerza, chocando toda tu humanidad contra mi cuerpo, en mi intimidad logrando en cada movimiento que me alejara de esta tierra y alcanzara lugares desconocidos.

No quería que acabara, no quería pensar en mañana, tan solo quería tenerte así, tibio, húmedo, perfecto, dentro de mí, por el resto de mi vida, pero aquello que es lo más sublime y triste de la vida llegó, el tan anhelado dulce y amargo orgasmo nos invadió a los dos, sentí tu semen escurrirse en mi piel mientras salías de mí.

Suspiraste y sonreíste, y creo que para ti también fue doloroso el final, porque tu sonrisa estaba pintada de amargura

- ¿Esto será todo? – Preguntaste sin verme a los ojos – Porque, un hombre tan heterosexual como tu, que solo está confundido y tiene dudas, con esto las puede aclarar… - Fijaste tu ojos en mí, y puedo jurar que estaban acuosos, y con tu voz débil continuaste – Porque yo no tengo dudas… ni estoy confundido… jamás, en todos los años que llevo amándote en silencio he sentido confusión… yo…

No te permití decir más, te tomé apretadamente entre mis brazos, impidiendo que te movieras, y entrelazando mis piernas con las tuyas te besé largamente, entre tus suspiros y los míos

- No Uruha, no es confusión… yo soy un hombre no tan heterosexual… que está perdida y angustiosamente enamorado de ti.

*suspiro*

AAAAAH!~ me moriiii!! ;_; me encantoo ;_;

sobre todo esta línea de dialogo--> 'No, no es que te confundas… tu confundes a la gente, y andas por la vida siendo lo que eres y no te importa lo que los demás sientan'


Fue.. demasiado, me sentí un tanto identificada con eso.

Me gusto mucho!
Gracias por subirlo acá! n_n

OMG ke hermoso el oneshot
me encanto el final lo dos junto en la cama

Gracias por sus comentarios!!

bueno yo siempre llego tarde xD

Sabes cuando llevo esperando un fic tuyo ale? mi escritora de fic Favorita n_n
Lo ame...tan lindo, tan tierno y apacionado, hermoso!!