[FF] Prisión de 24 Kilates [SH][-Finalizado-]

Sexual Disgrace Cantidad de envíos : 878 Fecha de inscripción : 02/07/2009

Ahhh!~~ Me leí todo en una tarde y los dos últimos capitulos ahora~
Me REEE atrapó y no podía dejar de leer ♥!

Es H E R M O S O ;AAA;♥ Buenisimo, posta ;____;
Me encanta! ;3;

Espero el otro capi ansiosa!~

osh jsghfghdghsgd se paso de azucar este ultimo cap xD
♥

Ogre Cantidad de envíos : 2563 Edad : 31 Fecha de inscripción : 19/09/2008

ayyy se volvio tan tierno y aaahhh...TOMA TAKANORII!!(?
hermoso ale hermosoo

muchas gracias por sus comentarios
<3

Y a Nao, mil gracias por corregirlo =)

22 “Priceless”

Su mirada se centró en el espejo, en su propio reflejo. Suspiró en silencio…
Suspiró liberando en una tibia brisa un poco de la alegría que inundaba cada fracción de su sistema.
Observó por largos segundos su imagen en el espejo: su mirada comenzó el recorrido fijándose en los mechones castaños que caían despreocupados sobre su frente; levantó por inercia su mano, descorriendo un largo mechón de cabello que le cubría los ojos de otoño, sonriendo ampliamente. Le gustaba lo que veía, ese hombre carente de atavíos ajenos a él, pleno y feliz sonriendo frente al espejo, lo reconocía por entero, era tal cual como se sentía.
Acomodó mejor su uniforme, abotonándolo hasta el cuello y enderezó sobre el bolsillo izquierdo de su camisa la placa de azul metálico que tenía grabado su nombre. Su mirada se alejó apenas unos milímetros de su propio reflejo, sin dejar de ver el enorme espejo pegado en la puerta del baño; sobre el frío vidrio vio acercarse el reflejo del causante de su desbordante alegría, que se aproximaba con una bella y sutil sonrisa en sus delgados labios. Se paró a su lado y observó también el reflejo de ambos en el espejo.

- ¿A quién se le ocurrió la idea de confeccionar un uniforme amarillo chillón, en el poliéster más barato que pudiese existir? Y como si el absurdo no fuese suficiente, la placa con tu nombre es de un azul absolutamente espantoso.

Ambos rieron por el comentario, el hombre feliz de ojos de otoño giró apenas su cuerpo para inclinarse lo necesario y besar los labios del hombre que amaba, de ese hombre que ahora lucia el cabello negro y corto, que vestía un par de básicas prendas de algodón y llevaba entre sus brazos un perrito vestido igual que él.

- Voy al trabajo Takanori, regresaré temprano – Sonrió en un suspiro, acarició tiernamente el cabello negro de su novio y deslizó su dedo índice y del medio por la línea de la mandíbula del diseñador – Pasaré por el mercado después del trabajo ¿Quieres que te traiga algo especial?

- Necesito plumones y tres resmas de papel – Levantó al perrito entre sus manos, acercándole la cabeza del can a Uruha para que lo besara – Y Koron-chan quiere un huesito con sabor a ternera.

- Llegaré antes de las cinco, hoy solo cumplo medio turno en el almacén – Anunció y acto seguido se inclinó nuevamente aferrando entre sus brazos al hombre y al perro, estrujándolos con fuerza, se separó para darles una última mirada antes de salir – Koron-chan, cuida bien de Takanori, para eso te traje a esta casa.

- ¡Ja, ja, ja! Uruha, amor, si fue para eso te equivocaste de raza de perro – Lo dijo dejando a su pequeña mascota en el piso - ¿Qué quieres que haga para cenar?

- Te amo Takanori – Suspiró por milésima vez - Concéntrate en crear muchos diseños y no te preocupes por nada más, del resto me encargo yo.

Uruha atravesó el jardín frente a la casa en las afueras de Tokio, el lugar era una vieja pero bien conservada construcción en madera. La consiguieron por un buen precio mensual, precio que Uruha pagaba con el supuesto sueldo que devengaba en el almacén de artículos de construcción en que decía trabajar.
Takanori suspiró por él, asomado en la ventana lo siguió con la mirada hasta que lo perdió de vista, respiró profundamente liberando la presión que sentía en su pecho, observó la hora en su reloj y dejó abierta la puerta de entrada a la casa.

Las suaves prendas de algodón estaban ahora dobladas sobre su cama, se cambió por algo menos sencillo, un brillante pantalón de cuero negro y una camisa de seda azul oscuro. Salía de su habitación cuando escuchó cerrarse la puerta principal.

- Es graciosa la doble vida que llevan los dos… el tonto de Uruha sale disfrazado como canario, y tú te cambias de ropa tan pronto él sale de casa – Denotó el recién llegado, dejando sobre la mesita de la sala una gruesa carpeta negra.

- Gracioso es que yo sepa perfectamente lo que está pasando y Uruha crea que me tiene en sus manos, a su completa voluntad.

- ¿Acaso no es así? – Se sentó cruzando despreocupado una pierna sobre la otra – Puede que sepas la verdad que él supone que ignoras, pero dejaste tu tren de vida por él…

- Solo por unas semanas, a él lo único que le interesa es que le demuestre cuanto lo amo – Sirvió champaña en dos copas, se sentó en el asiento frente a su interlocutor y después de entregarle una de las copas, abrió la negra carpeta, sacando del interior los documentos – Necesito que lo apures para que me diga la verdad, estoy harto de vivir en este tugurio – Revisó cuidadosamente los documentos y sonrió – Al menos aprendí algo valioso de esta experiencia: Uruha es un hombre brillante y de verdad me sorprendió que lograra engañarme, por unas cuantas horas, pero su plan fue casi perfecto – Su expresión se iluminó por completo - ¡Me siento orgulloso de él!

- Te va a matar cuando se entere que sabías perfectamente lo que estabas firmando – Bebió un largo sorbo de champaña y descruzándose de piernas se inclinó, enfatizando su mirada en el diseñador – Ahí, tu prueba de amor se va a ir al infierno.

- ¿Y cómo va a saberlo? ¿Acaso se lo vas a decir? Sabes bien, Reita, que si él se entera de algo, asesino al mecánico superado que te hace el amor cada noche – Volvió a guardar los documentos en la carpeta y se la entregó a su antiguo conductor – Es hora de que te vayas, no quiero que lo hagas esperar por ti.

Uruha tarareaba feliz una canción mientras recorría en autobús el trayecto que de su casa en las afueras de la ciudad conducía al centro de Tokio. Entró al edificio del diseñador y en el baño del vestíbulo se quitó el feo uniforme vistiéndose con un completo traje de camisa blanca, pantalón y blazer negros.
Con seguros pasos ingresó a la sala de juntas anexa a la oficina del diseñador; en la enorme mesa de doce puestos solo estaban ocupados dos asientos, en uno de ellos el director financiero de la empresa y en el otro estaba Reita. Uruha los saludó amablemente y se sentó a la cabecera, abriendo de inmediato el folder frente a él, revisó detenidamente el contenido y sonrió lleno de satisfacción.

- Adoro ver las rayitas de colores apuntando hacia arriba en los cuadritos.

- No seas bruto, Uru – Comentó Reita divertido – Son gráficas estadísticas, no cuadritos y no son rayitas…

- Blah, blah – Interrumpió riendo – Ahora solo debemos enfocarnos en preparar todo para la nueva colección, estará lista en menos de dos semanas.

- ¿El señor Ruki ya lo sabe? – Preguntó entusiasta el director financiero.

- No, aun no – Resopló Uruha algo agobiado.

- ¿Tienes miedo de que al enterarse Takanori, todo vuelva a ser como antes?

- No Reita, no es miedo – Comentó con fingida tranquilidad, pero luego su rostro cambió por completo - ¡Es pánico, terror! Un horror tan punzante que por momentos creo que mejor sería no decirle nunca la verdad. Rei, estamos tan felices, él está tan relajado que no lo reconocerías si lo vieras de nuevo, de ese hombre frío, calculador y tirano no queda nada, y siento mucho temor que al enterarse de todo, Ruki regrese – Fijó nuevamente su mirada sobre los documentos en la mesa y suspiró profundamente, levantando luego la vista directamente hacia Reita – Gracias por ayudarme con esto Rei, no podría haberlo hecho sin ti.

- Sí, lo habrías hecho… aunque de seguro las “rayitas de colores en los cuadritos” apuntarían hacía abajo – Rió sacudiendo un poco su cabeza, suspirando brevemente antes de alejar su rostro de la mirada de Uruha – ¡Sí Ruki se enterara de lo bien que has manejado todo, seguramente se sentiría muy orgulloso de ti! Además, Uru, este favor te lo debía, te jodí la existencia por muchos años, lo menos que podía hacer por ti era ayudarte a manejar una compañía que conozco más que a mi propio rostro.

- Hablando de rostros… ¿Qué con ese trapo que tienes atado en la cara, cubriéndote la nariz?

El director financiero liberó una sonora carcajada, bajando luego la cabeza al ver la expresión enojada de Reita.

- Es por tu culpa, no debiste nombrarme vocero de la marca, Uru… me da tanta vergüenza hablar con los medios – Abrió por completo sus ojos - ¡Me siento desnudo! Había pensado en ponerme una máscara pero Kai me ridiculizó tanto que opté solo por usar esta banda, y de hecho se ha puesto de moda – Sonrió orgulloso – ¡Ruki no es el único que impone tendencias en esta ciudad! – Enserió su expresión, y apoyando ambos codos sobre la mesa se inclinó para hablarle a Uruha con vehemencia – Tienes que decírselo, tarde o temprano se va a enterar y es mejor que sea de tus propios labios, corres el riesgo que se enoje más si lo sabe por alguien más – Relamió sus labios, recostándose mejor en el espaldar de la silla – Tú no puedes controlar a toda la gente involucrada en sus negocios y tarde o temprano alguien podría dejar escapar una palabra…

- Lo sé – Interrumpió, sintiéndose acorralado - Esta noche después de cenar se lo voy a decir – Tragó una enorme cantidad de saliva y bajó la dirección de su mirada, liberó despacio aire entre sus labios y su voz salió con algo de debilidad - Sí no vuelves a verme Rei, es porque Takanori volvió a ser Ruki y yo con ese hombre no pienso vivir.

Una sonrisa adornaba la expresión de Uruha mientras veía a Takanori lavar los platos en los que habían cenado, estaba medio recostado sobre el comedor de dos puestos dentro de la cocina, con los brazos cruzados sobre su pecho.

- Eso es algo que nunca me gustó hacer. En Takasaki Aoi me obligaba a lavar los platos ¡Y la ropa!

- Es un bruto – Señaló sin dejar de lavar – Yo jamás dejaría que algo tan hermoso como tu arruinara sus manos lavando.

- ¡A veces ni te reconozco!

- Sí, yo tampoco – Cerró la llave, se secó las manos en una toallita y giró para ver a su novio - ¿Qué es eso tan importante que me tenías que decir?

Uruha se sentó en una de las sillas, corriendo la otra para que Takanori la ocupara, respiró profundamente y comenzó:

- Es que yo… te dije una pequeña mentirilla hace unas semanas.

El diseñador frunció el ceño y ladeó un poco su cabeza, no pronunció palabra alguna, se quedó mirando fijamente a su novio, esperando que acabara de hablar.

- ¿Recuerdas los documentos que firmaste?

- ¡Claro que los recuerdo, el abandonar todo lo que conseguí durante tanto tiempo es inolvidable!

- Bien, en realidad… - Infló su pecho con una buena cantidad de aire, hablaba con precaución sin saber que esperar – Tu firmaste dos poderes sin saberlo, uno en que traspasabas tus bienes a Kai y otro en que te comprometías a pagarle una suma mensual a cambio de su silencio y el de Reita.

- No entiendo – Mintió, fingiendo una profunda expresión de duda en su rostro.

- El primer poder era falso, la señorita Murai lo destruyó al salir de tu apartamento – Mordió fuertemente sus labios, no soportaba ver como a su novio la expresión le iba mutando, desde la duda hasta una insípida ira que de seguro terminaría por dominarlo.

- Murai me dijo que los dos documentos eran el mismo…

- Lo siento, el único real fue el que firmaste sin leer – Extendió las manos sobre la mesa, tomando las de su novio entre ellas – Fue una simple mentirilla… lo hice por los dos – Finalizó sin poder normalizar su respiración.

- Me tomaste por un tonto – Dijo fríamente levantándose del asiento del comedor.

- Solo quería saber en verdad cuánto valgo para ti – Es poco decir que Uruha sentía como si el corazón se le fuese a salir por la boca.

- Y yo, Uruha… – Lo miró fingiendo indignación - ¿Cuánto valgo para ti?

- Tú no tienes precio… lo eres todo para mí, Takanori, procura pensar bien las cosas, lo que hice fue por amor…

- Ah sí, porque el amor vale más que el dinero y renunciar a lo que con tanto esfuerzo y tiempo me costó conseguir era para ti la prueba de que tan profundos son mis sentimientos ¿No es así?

- ¡Exacto! – Resopló sintiéndose levemente aliviado.

- Entonces… yo para ti valgo menos que el dinero… porque todo esto es una farsa – Esta vez la rabia con la que hablaba no era fingida y el volumen de su voz iba en aumento - ¡Porque tú no renunciaste a mi dinero! Te enfrentaste a Aoi, Reita y Kai al destruir el celular, hiciste que firmaran un acuerdo para protegerme… ¡Ja, protegerme! – Rió cínicamente, mirando fijamente a su novio que en ese momento comenzaba a palidecer - ¡Para proteger el dinero, para proteger mi imperio! Porque… Acéptalo Uruha, amas al maldito dinero tanto o más que yo.

- Las cosas no son así Taka…

- ¡Ruki, mi maldito nombre es Ruki!

A LA GARCHA TODOOOOOOOOOOOOOO

Dios Ruki me excita ._. AH POR QUÉ lo decía así.

*se va a escribir*

MIERDA! yo sabia que el Takanori no iba a durar mucho xD

ME GUSTA!AAAAAAAAAAAAAa

proximo capitulooooooo! quiero quiero quieroooo!!!!

Ogre Cantidad de envíos : 2563 Edad : 31 Fecha de inscripción : 19/09/2008

uuuujujuju!
Chau romanticismo(?

xDDD
seguilo aleeeeee *.*

AL CARAJO TODO!!!!!!!!!

Yo sabia k Takanori no se iba a bancar esa vida XD!!!

Kiero mas kiero mas ;___;!

Grande Ruki.... que Takanori ni nada XDDDD
Les va a caber mal a todos aca jajajaja
Genial Ale n.n

Antes de postear el capítulo final de este fic, hay algo que quiero decirles:
Estaba y estuve muy nerviosa durante su creación y desarrollo, porque era mi primer fanfic capitulado sobre ellos. Intenté lo más que pude dejar de lado la cultura japonesa, porque pecaría de atrevida si incluyera elementos que no conozco bien.

Los personajes, como lo dije en el primer post de este tema, son una exageración ridiculizada de mi percepción de ellos, acomodados en un contexto diferente al suyo, y disfruté demasiado al hacerlo. Al comienzo me enamoré del Reita del fic, y amé odiar a Ruki, desde el principio hasta el final, Kai sorprende un poco en el fic, así como él me “sorprendió” entre más cosas conocía de la banda, Aoi aparte de padecer de elementos que ahora creo firmemente que no posee, me sirvió de ficha clave para desarrollar la historia, y Uruha, bueno, él fue la razón por la que empecé a escribir esta historia, es el Uruha de las fotos y los vídeos, es solo la percepción que le venden al mundo, o al menos la que yo abracé de él. Tiene mucho de mí, igual, siempre que escribo un fanfic algún personaje debe tener algo mío, es involuntario ya.

Y bueno, les agradezco mucho a todas por tomarse el tiempo de leer y comentar, es muy importante para quien escribe conocer las opiniones de quien lee.
Amé esta aventura, y amé compartirla con ustedes. Muchas gracias a todas por haber tomado este viaje conmigo.

23 – “Preso a voluntad”

Uruha habría dado hasta la última gota de su sangre, hasta el último respiro de su ser por hacerlo feliz, pero es imposible regalarle la felicidad a quien no la quiere…

¿Y su propia felicidad, dónde quedó?

Las botas de charol negro eran largas, casi le alcanzaban las rodillas. El pantalón de color ocre, y la camisa negra, una mezcla de seda y encaje. Su cabello no estaba rubio, no era negro ni castaño, más bien parecía una combinación de los colores anteriores. En sus manos, brillaban las pulseras y los anillos de platino que lograban enceguecerlo por momentos. Los labios torneados lucían un sutil brillo durazno, y sus ojos oscuramente maquillados le daban un hermoso aspecto lúgubre… Él destellaba en cada paso que daba, por su atuendo, por su belleza y por la seguridad que le imprimía a cada pisada.

Se debe ser consecuente con los propios actos, por errados e infructuosos que hayan sido y Uruha lo era… muy a su pesar lo era. Pudo haberle dado la espalda a Ruki, pudo haber huido lejos de la vida que odió tener y que temía profundamente volver a vivir, pero el diseñador tenía razón en algo: Uruha amaba al dinero más de lo que estaba dispuesto a aceptar.

El salón de comedor estaba bellamente decorado para la ocasión, algunas guirnaldas de bombillas plateadas colgaban alegremente del techo del apartamento del diseñador, y en cada puesto de la mesa había un individual bordado en hilos de plata con el nombre de ambos. Lirios y rosas blancas formando pequeños adornos que fueron dispuestos en lugares estratégicos, en el centro de la mesa y atados detrás de cada silla.

Ruki observaba en silencio a su novio, lo vio apretar los nudos con que se sostenían los arreglos florales, encender las velitas de aroma en las cuatro esquinas del salón y sonrió para sus adentros al verlo acomodarse la ropa frente al espejo.

- Estás hermoso.

- Gracias Takanori – Habló sin mirarlo, estaba muy ocupado en lograr que cada detalle fuera perfecto.

- Ruki… quedamos en que mi nombre es…

- Takanori – Resopló, y se dispuso a ignorarlo mientras completaba su faena.

- ¿Por qué hay cinco lugares en la mesa, además de Reita y Kai quién más nos acompañará?

- Aoi viene también – Le aclaró la duda y esta vez sí lo miró, directo a los ojos con ganas de ver su reacción.

- Ah… y supongo que no tengo derecho a opinar sobre eso.

- Supones bien, Takanori – Sonrió con satisfacción al ver que su novio solo lograba tragarse los improperios que de seguro quería gritar – Y esta noche se va a quedar a dormir, y sobre eso…

- ¡Sí ya sé, no puedo opinar! – Su rostro de deformó por la rabia que sentía, si fuera posible al diseñador le saldría humo por las fosas nasales - ¿Y es que Kai no puede pagarle un hotel?

- ¿Kai, por qué él? Aoi viene a visitarnos a nosotros, no a él.

- ¿Dónde dormirá el grasiento ése?

- En el cuarto de huéspedes – Miró a su novio de forma condescendiente y se acercó a él, intentó tomarle el rostro entre sus manos, pero Takanori no se lo permitió – Somos amigos, solo eso. ¿Crees que me voy a meter en la cama con él, en nuestra propia casa?

- Yo ya no sé qué esperar de ti.

Música a bajo volumen ambientaba el salón de comedor. Una vez terminada la cena, Uruha golpeó su copa de cristal con una cucharilla, y riendo por el ruido producido, pasó fugazmente su mirada sobre todos los presentes, deteniéndola en los brillantes ojos de falso azul cielo de su novio.

- Les agradezco por haber venido, y a ti amor, te agradezco por haberte comportado como un ser normal durante la cena – Mordió pícaramente su labio inferior y continúo hablando sin dejar de ver a Ruki – Se preguntarán el motivo de esta cena tan formal, y no pienso hacerlos esperar más – Aspiró profundamente, inflándose el pecho a total capacidad – Existe un viejo dicho: “a tus amigos debes tenerlos cerca, y a tus enemigos aun más.” No sé en cuál de las categorías entran ustedes tres, yo prefiero la primera, pero son libres de escoger, y como son ustedes las personas más cercanas a nosotros, quise invitarlos para compartir una buena noticia: desde hoy, soy el dueño de la mitad de todo lo que Ruki posee, así que tomen este momento como la celebración de una boda simbólica y aunque quieran morderse los codos de la rabia, finjan que se alegran por nosotros y acompáñenos a la sala a tomar una buena copa de champaña.

Los estragos de la noche llena de copas, anécdotas y risas se notaban en Uruha, pero aun así se veía completamente radiante. Después de desayunar acompañó a Aoi hasta la puerta, lo abrazó fuertemente contra su cuerpo antes de agradecerle por haber venido.

- ¿Eres feliz Uru?

- Lo soy – Sonrió dulcemente.

- ¿Eres sincero?

- Parcialmente…

- Preguntaré de nuevo – Apretó entre las suyas las delicadas manos de Uruha y lo miró fijamente a los ojos - ¿Eres feliz?

- La mayoría del tiempo… pero eso es normal Aoi, la vida real no puede ser un interminable poema lleno de despejados cielos azules, las tormentas ocasionales son necesarias, lo sabes bien.

- Sí, lo sé y tú sabes dónde encontrarme, si la tormenta dura más de lo que puedas soportar.

- Gracias, pero si eso llega a pasar, yo ya sé dónde encontrarme a mí mismo… me enseñaste bien Aoi, ahora es tu turno de practicar lo que predicas y luchar por ser feliz.

Suspiró largamente al cerrar la puerta, y caminó despacio hacia su habitación, deleitándose con la imagen que encontró dentro de la misma: sobre la cama y con las piernas entrecruzadas estaba él, su novio, sonriéndole con idiotizada expresión de amor. Se sentó en el borde de la cama a pedido de Ruki y miró en silencio el extraño traje violeta que Ruki sostenía entre sus manos.

- Mañana te pondrás esto.

- ¿Es un short? – Preguntó temeroso de obtener una respuesta positiva a esa pregunta.

- Sí lo es, con portaligas – Lamió sus propios labios imaginando ya cómo luciría su novio al día siguiente.

- Es horrible.

- No me importa lo que opines, el trato fue muy claro…

- Sí, sí, ya lo sé, soy el mejor perchero para tus diseños.

- Ajá, y además, quiero que cumplas ahora tu parte de la más reciente negociación.

Uruha dibujó en su rostro una expresión de duda, fingió no saber a qué se refería el diseñador.

- No te hagas el desentendido, acepté que ese mecánico pasara aquí la noche y el trato solo era por “invitar a quién quisieras sin tener en cuenta mi opinión”, así que… - Se levantó y guardó en el ropero el traje, y de allí mismo sacó un baúl mediano que acomodó en la parte baja de la cama – Ahora es mi turno de salirme de las condiciones pactadas.

- Nada puedes hacer – Protestó – Nada diferente a lo que acordamos, solo vas a atarme y tendremos ese sexo enfermo que tanto disfrutas

- No, la cuestión es simple, Aoi se quedó a dormir… Uruha debe sangrar un poco.

- Te odio – Lo dijo sin sentirlo realmente.

- La puerta está ahí Uruha, por dinero no vas a quedarte porque eres dueño de la mitad de todo… ahora, yo he cumplido con mi parte del trato, tú tienes que cumplir con la tuya.

Uruha aprendió realmente a ser consecuente con sus actos, por eso no caminó hacia la puerta… se desnudó y en silencio soportó aquello que tanto odiaba, solo que ahora lograba sacar algo positivo de su dolor, sabía que su novio lo disfrutaba. Además, solo serían esporádicas las ocasiones en que tendría que soportarlo. Era simple, Ruki cedía en algo por él y Uruha hacia lo mismo a cambio.

¿Era feliz?

Sí, por primera vez en muchos años él era completamente feliz, incluso en ese momento en que la parte interna de sus muslos sangraba y el dolor en su cuerpo empezaba a tornarse insoportable, era feliz… porque en ese momento de absurdo dolor, Ruki era enfermamente feliz.

Esa prisión de 24 kilates de la que siempre quiso escapar era ahora su hogar: él podría salir corriendo de allí en cualquier momento, ya no tenía miedo… pero no pensaba hacerlo, no quería hacerlo, nunca iba a hacerlo, porque terminó por comprender que los barrotes de esa prisión no estaban hechos de oro macizo. Los barrotes no eran otra cosa más que la húmeda y delicada piel de Ruki, y esa, honestamente, era una prisión en la que Uruha disfrutaba hasta el éxtasis cada segundo de su encarcelamiento.

FIN.

al margen del boludeo, para ser la primera vez que explorabas esta banda y sus personalidades, lo hiciste de puta madre. cada caracterizacion fue impecable y muy apropiada para cada uno de ellos... la historia tuvo riqueza de trama y giros inesperados.

como siempre, bah. una historia digna de vos y con el final perfecto, agridulce, realista y humano. la amé, de principio a fin, y me honra haber sido tu beta durante su desarrollo. gracias!

y por favor, que no sea el ultimo fic de gazette... porfis.

Ay puta madre!! Hermoso!!! Divino!!!.. Ruki pedaso de enfermo ♥
Y Uruha sin palabras, me dejo muda... ♥
Ame este fic con toda mi alma, Gracias

Te zarpas Ale!!
Me encanto tanto el ultimo capitulo como todos los anteriores...
Por lo general los fic de los chongos no los termino de leer porque me parecen pesimos y siempre es la misma historia....pero agh!! Este fue fantastico...
No me molesta si queres empezar otro sobre ellos XDDD
Te felicito!!

Ok, detesto que los fics lindos terminen XD!

Te felicitio ;__; Es hermoso, me encanto cada personalidad, cada gesto, y como describias las emociones.
Me gusto zarpadamente mal, Ruki. Me encanta que sea asi en los fics♥ no lo puedo evitar x3!

Felciitaciones un fic hermoso ;__;!!!

PD: Espero mas fics tuyos ehhh x3!

excelente!

te felicito POSTA.

la verdad esque nunca me gustaron los fics.

pero este fue realmente genial, disfrute CADA capitulo.

espero leer mas fics tuyos de los chongos!!!

Ogre Cantidad de envíos : 2563 Edad : 31 Fecha de inscripción : 19/09/2008

Y seguis en el primer y unico puesto de "mejor escritor de fic"...
No esperaba menos de vos, de hecho esto es genial para ser la primera vez con esta banda y ni quiero imaginar lo que seran los otros fic...porque habra otros no??

Es increible como nos hiciste amar y odiar a cada personaje con cada capitulo.

Espero que prontito hasha otro fic, por favoooor

=)

Mil gracias a todas por sus comentarios. todas acá:♥
Y gracias especialmente a la señorita Murai por corregir mis burradas. Te adoro.

Tan pronto tenga una muy buena historia rondando en mi cabeza, volveré a abusar de los servicios de beta reader de Naoko y lo subiré ^^

Sexual Disgrace Cantidad de envíos : 878 Fecha de inscripción : 02/07/2009

Un poco tarde, pero en fin~

Me encantó! Lo disfruté muchísimo!
Me gustaron los giros que le diste a la historia, el rol de cada personaje, todo!
Es impecable y el final es exelente!
Lo a m é ♥

Espero leer más fics tuyos! <3